Entre los miles y miles de lagos que hay distribuidos por todo el planeta, hay algunos que presentan características verdaderamente asombrosas. Uno de los más extraordinarios es, sin lugar a dudas, el descomunal lago Baikal, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1996 y repleto de curiosidades que hoy queremos compartir contigo. Lo primero que debemos comentar del lago Baikal es que se encuentra situado al sur de la región rusa de Siberia, uno de los sitios más aislados y enigmáticos del mundo. Cubre más de 30000 kilómetros cuadrados de superficie y su profundidad está estimada en 1637 metros, lo que lo convierte por mucho, en el lago más profundo de la Tierra. Se ha calculado que si se retiraran los sedimentos del fondo, su profundidad podría llegar a los 9 kilómetros. Esta inmensa profundidad hace que sólo este lago contenga el 20 % de las aguas continentales no heladas (agua dulce) del planeta, es decir, casi un cuarto del agua potable existente. De hecho, se ha estimado que podría abastecer de agua a toda la población mundial durante aproximadamente 40 años.
Las severas condiciones climáticas y las características geológicas del lago impidieron durante mucho tiempo que el hombre pudiera explorar el fondo del mismo, el cual permaneció como una incógnita hasta el año 2008, cuando los batiscafos rusos Mir-1 y Mir-2 se posaron en él ofreciendo imágenes que dieron la vuelta al mundo, convirtiéndose en un hito de la exploración. El interés en el lago ha aumentado considerablemente en los últimos años ya que se ha comprobado que resulta ser un sitio muy apropiado para las investigaciones sobre los neutrinos, partículas de gran importancia ya que pueden dar mucha información sobre la estructura del espacio, pero que resultan muy esquivas para los científicos.
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